domingo, 21 de septiembre de 2008

Dólmenes de Antequera

O cómo enterrar dinero público...



Los enterramientos prehistóricos más importantes de la península pueden ser los de Antequera. Los dólmenes de Viera y de Menga, y también el de Romerales, han sido nuevamente investigados, puestos en valor y abiertos para el disfrute de los visitantes. La pregunta es ¿qué se necesita para complementar, apoyar, y hacer más comprensible la visita? Un guía, una exposición que muestre lo que no vemos o no entendemos, servicios sanitarios, una tienda de recuerdos y una cafetería para reponernos de la visita.
El actual equipamiento en torno de los Dólmenes de Antequera supera con creces la relación patrimonio/equipamientos complementarios, al punto tal de que semejante dispendio ponga en crisis la propia efectividad de la presentación del patrimonio. Un edificio inacabado de más de veinte años (de dudoso diseño incluso en aquella época), una parafernalia constructiva que enmascara el medio en que dichos monumentos fueron utilizados, ausencia de servicios como una cafetería, solo son equilibradas gracias a la disponibilidad del personal amable y y con conocimientos que nos acoge y acompaña.


¿Hacía falta tanto hormigón para brindar un servicio y un acercamiento a nuestro patrimonio que sólo se logra con personal? ¿Hasta cuándo las Administraciones de Cultura van a seguir sosteniendo la trasposición de la fórmula efectiva de que un guía es mil veces más efectivo que una exposición y una cafetería es ciento más útil que una plaza seca destinada a un sencillo reloj solar. Léase y entiérrese.


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